La profesora de Isobel
Son las ocho y media de la mañana un viernes cualquiera en casa de Isobel y, como de costumbre, ella ya está lista para ir clase. Gracias al reloj que le regalaron sus padres por su octavo cumpleaños siempre sabe qué hora es y no tiene ningún problema en recordárselo a su madre y a su hermana, que se parecen mucho a un conejito blanco que sale en la tele y que siempre llega tarde a todos lados. Las cosas favoritas de Isobel son mirar la hora, los perros, el kétchup y el color verde. Por ese orden y ningún otro. Le encantaría que su perro Luka fuera verde. De hecho, cuando lo conoció a Isobel no le gustó, porque Luka es blanco y pensó que lo mejor sería devolverlo. Ahora sabe que no está bien juzgar a los demás por el color de su piel y quiere tantísimo a Luka que es de los pocos que la pueden tocar sin que se ponga nerviosa. A Isobel no siempre le ha gustado ir a clase. Y es que la mayoría de las veces, la gente no sabe cómo tratarla. A Isobel le cuesta darse cuenta de cuándo le es